Sin lugar a dudas una de las cosas más duras que he hecho en mi vida es ser madre primeriza múltiple y sin ayuda. Cuando digo sin ayuda me refiero a no tener a nadie de forma continua en casa que me heche una mano, a no tener a nadie a quien recurrir en caso de imprevistos y a tener a mi familia y a la familia de Papimelli lejos.
Doy gracias al buen horario de Papimelli que como tarde está en casa a las 15 aunque tiene semanas que trabaja fuera y entonces tengo que movilizar a alguien que venga (mi madre) o ir yo a Ciudad de donde soy.
No tener apoyo de tu familia cuando lo necesitas por estar lejos es algo duro, supongo que muchas vivís lo mismo y otras que tenéis cerca esa pequeña "ayudita" sabréis valorarla.
Cuando nacieron los peques coincidió con una época en que mi madre estaba bastante liada debido a una enfermedad de mi abuela y por tanto no estubo conmigo todo lo que a ella le hubiera gustado, eso es algo de lo que ella misma se culpabiliza... pero yo creo que en ese momento la necesitaba mucho más su madre que yo.
En realidad me encontré con dos bebés, sola y sin saber nada de niños, y el primer día que Papimelli se incorporó a su trabajo fue muy duro, se despertaban cada tres horas y como mínimo entre teta, biberón y pañal tardaba una hora con cada uno, lo que hacía que estuviera desfallecida, que no tuviera tiempo ni para prepararme de comer y que tuviera en muchas ocasiones que sobrevivir gracias a los tupers de mi madre.
Cada vez que me ponía mala tenía que lanzarle un grito de auxilio a mi madre para que viniera a ocuparse de los niños, no podía ir a hacer gestiones ni nada de nada porque moverse con dos bebés es sumamente complicado.
A día de hoy mi madre dice que tendríamos que haberlo hecho de otra forma, que hubiera sido mejor que yo me hubiera ido a Ciudad de Donde Soy y de esta forma ella me hubiera podido ayudar de otro modo.
En cualquiera de los casos no lo hubiera hecho... irme a Ciudad de Donde Soy hubiera significado quitarle las responsabilidades a Papimelli y dárselas a mis padres, habría significado perder mi independencia y en cierto modo ceder a mi madre el derecho a meterse en cuestiones que son únicamente de mi responsabilidad y sobretodo habría significado rendirme...
Lo hice... me quedé aquí sola y solo "utilicé" a mi madre de forma puntual cuando fue necesario... hay gente en mi ciudad de origen que pensó que me iría con mis padres o que éstos terminarían instalándose en mi casa, pero eso no fué así.
Cuando tube a los niños mi abuela planteaba que yo me quedara con uno y que mis padres me criaran al otro... a la antigua usanza... eso es impensable... ella crió a uno de mis primos mientras mi tía crió al otro que era más enfermizo y creo que eso es hacer pensar a tus hijos que uno de ellos estorba.
Si económicamente me lo hubiera podido permitir probablemente hubiera contratado a alguien que me ayudara en esos pequeños momentos en que uno desfallece, en que te sientes solo, en los que no has tenido tiempo ni de peinarte, en los que no has sacado hueco ni para comer.
Afortunadamente eso pasó y estoy orgullosa de haberlo logrado tras un esfuerzo titánico.
En febrero un antiguo compañero de trabajo tubo mellizos, hizo el tratamiento en la misma clínica que yo... antes de ser padre cuando me contó que esperaba mellizos se lamentaba diciendo que él solo quería un bebé, lo cuál me hace pensar que si solo quieres un bebé la solución es ponerte solo un embrión y no dos o tres para aumentar las posibilidades.
Son una pareja joven (la misma edad que nosotros) y además son de Ciudad de Donde Soy, ella tiene un puesto de trabajo relevante, con un buen sueldo y cargado de responsabilidades, asique él siempre dijo que si ella se quedaba embarazada sería él quien dejara su trabajo para cuidar del niño.
Se quedaron de mellizos tras dos abortos y ella pasó los dos últimos meses de embarazo ingresada intentando retrasar el parto porque tubo un embarazo complicado con contracciones desde bien pronto.
Cuando me los encontré en febrero por la calle los bebés tenían apenas un mes de nacidos, ellos iban con los padres de ella y los de él dando su primer paseo.
Lo primero que me sorprendió fue la cara mezcla entre tristeza y cansancio de ella, agotada... si ahora reviso fotos mías postparto probablemente también tendría la misma cara de agotamiento, pero yo a ella la veía triste, por lo visto se estaba recuperando mal de la cesárea y estaba agotada.
Me sorprendió ese detalle, porque por lo visto su madre se había instalado en su casa para que ella se recuperara lo cuál para mi hubiera sido ideal en su momento.
Ella se lamentaba y me decía: "Hubiera preferido niño y niña como tú". Sinceramente ese comentario me crispó bastante, porque bastante difícil es quedarte embarazada y encima venir con exigencias del sexo, ¿que tienen de malo dos niños?
De ese encuentro me quedé con el hecho de que ella estaba agotada, estresada y que no había asumido muy bien la que se le venía encima... al igual que nosotros viviendo en una ciudad diferente, sin ningún apoyo y además con el contra de que él trabaja un montón de horas con lo cuál la responsabilidad del cuidado de sus mellizos siempre recaería en ella.
Al poco tiempo coincidí con él en la farmacia, me contaba que estaban agotados, que ella estaba al límite de sus fuerzas a pesar de que su madre y su suegra prácticamente no salían de su casa, que ese hecho les servía de ayuda a cambio de haber perdido gran parte de su intimidad y de ceder en cierto modo parte de la responsabilidad como padres... la cosa había llegado a un estremo en el que ella harta de verse parte del día sola y en un rol de madre que en principio no es a lo que ella estaba acostumbrada, hizo la maleta y se fué a Ciudad de donde son. Eso le dejaba a él en una posición complicada, solo durante la semana, sin poder disfrutar de sus hijos y asustado por la carga que muchas de esas cosas conllevan.
Ella estaba deseando volver a su vida de antes, irse a trabajar y compatibilizar su vida de antes con la de ahora, aunque ello tuviera que suponer que los peques se quedaran en la guardería unas cuantas horas, y a él le asustaba que dos niños tan pequeños pasaran 6 horas con extraños, aunque contaban con la posibilidad de que él dejara el trabajo para ocuparse de sus peques... pero esa opción empezó a descartarla en el momento que se dio cuenta de que cuidar de dos niños era "demasiado".
La última vez que lo vi, me contó en una conversación de esas de autobús en las que llegas a un grado de intimidad como si te estuvieras confesando... que las cosas iban fatal, que no paraban de discutir, que la situación se les iba de las manos, que estaban agotados, que ella se negaba a pedir una excedencia, que la paternidad no era lo que él había esperado, que había muchas cosas que nadie le había contado...
Me quedó un mal sabor de boca de esa conversación, ahora que mis niños ya son más grandes he de confesar que yo misma he pasado por muchos sentimientos confusos, que aveces he llegado a pensar que me he complicado mucho la vida siendo madre... pero creo que antes de serlo sopesé los pros y los contras y fuí mentalizándome de que iba a ser duro, sabía que mi relación de pareja se iba a resentir, que no podría volver a trabajar al ritmo que me gustaría, que tendría que dejar de ser yo para convertirme en mamá...
Pero ver a este compañero tan hundido después de haber logrado algo que para otros es el sueño de su vida, ver como se le iban las cosas de las manos, como se sentía solo, como su mujer había caído en un pozo de depresión, me hizo pensar que aveces rendirse es lo fácil o que al contrario aveces lo difícil es pedir ayuda cuando ves que no puedes más o esperar a que te ayuden como si los demás tubieran que estar en tu mente y saber que lo necesitas.
Muchas veces cuando la gente por la calle me dice que tener gemelos es precioso y maravilloso y demás cosas me dan ganas de contarle la realidad... pero no soy de dar explicaciones.
OPERACIÓN PAÑAL. Día 5: mi adorado Repollete lleva ya tres días que su cacota mañanera la hace en el orinal, luego tira de la cadena como premio.
Princesita no sabe muy bien de que va el rollo y soy incapaz de mantenerla quieta sentadita en su orinal.
Gracias a Gallaecía caí en algo en lo que no había pensado: tienen que aprender a subirse y bajarse la ropa para poder ir solitos... cosa en la que no había yo parado a pensar.
FRASE DE HOY:Todos los vicios, con tal de que estén de moda, pasan por virtudes