martes, 23 de septiembre de 2014

UNA HISTORIA DE AMOR

Y siguiendo con lo que hablaba ayer sobre si se puede enfermar de amor hoy os cuento una historia de amor… de esas bonitas.
A nació con una discapacidad física evidente… esto hizo que su familia la tuviera entre algodones, a pesar de ello ella estudió una buena carrera, y pronto empezó a trabajar. Con la llegada de la prima de A a la ciudad A empezó a ver el mundo como era en realidad, se dio cuenta de que la habían tenido mucho tiempo “encerrada” y tratándola como a una niña, a sique A empezó a vivir la vida loca al lado de su prima.
Fue así como A conoció a H, un chico guapísimo de origen magrebí y sin un duro en el bolsillo, A y H se hicieron inseparables. Se querían y adoraban. Pero había dos problemas uno que H era marroquí y su madre jamás consentiría que A saliera con un “moro” y otra que la familia de A no concebía que un hombre se fuera a fijar en ella debido a su gran discapacidad, casi le habían hecho creer que nunca encontraría el amor porque con su “problema” era imposible que alguien se fijara en ella y que si un hombre la rondaba era por puro interés.
A y H se veían a escondidas gracias a que A estaba terminando sus estudios en una ciudad alejada de su lugar de origen, H gracias a un tío lejano empezó a estudiar, se le daban bien los idiomas y empezó a trabajar en una importante universidad tras licenciarse como traductor, empezó a ganar dinero y a colmar a A de atenciones y caprichos. A sentía que no se podía ser más feliz en el mundo.
H empezó a trabajar en otra ciudad y A lo iba a visitar siempre que podían, un día cuando H conducía el coche de ella tuvieron un grave accidente…. A ellos no les pasó gran cosa pero el coche de ella quedó siniestro total y como él conducía decidió darle a ella todos sus ahorros.
Esos ahorros le iban a servir a él para pagar su último año de estudios… dándoselo no podría continuar estudiando y perdería su permiso de residencia por estudios con lo cuál tendría que regresar a su país, con ese gesto ella supo que él la quería de verdad… y como en poco tiempo ella encontró trabajo le ayudó a pagar ese último año de carrera.
Pronto ambos habían terminado sus estudios… y llegó un momento importante él le pidió a ella casarse, a ella le sorprendió la oferta, pero él tenía doble intención: necesitaba el permiso de residencia y la forma sencilla y rápida era casarse, ellos llevaban varios años juntos y estaría bien hacerlo. Ella dudó, su familia no consentiría semejante cosa porque él era marroquí, musulmán y porque siempre les cabría la duda de si él lo hacía o no por interés ya fuera económico o por la residencia.
Ella le dijo que no podía, pero que le seguía queriendo, él lo entendió, ellos se querían…. Pero no se casaron… al poco tiempo una profesora de la universidad colega de él se ofreció para un matrimonio de conveniencia, A lo entendió, pero supo entonces que su familia jamás entendería que además de todas aquellas cosas él encima estuviera casado.
Siguieron viéndose unos años, hasta que los encuentros se espaciaron porque él se fue a Francia a trabajar, él empezó a tener una posición acomodada, a ganar dinero, pero nunca se olvidó de su querida A, y A empezó a vivir su vida de otra forma…
Cuando A me contó su historia (hablo de una mujer de casi 50 años) me lo contaba emocionadísima, a pesar de haber pasado unos 25 años, me dijo que nunca lo olvidó del todo porque fue una relación intensa y que a día de hoy mantiene el contacto con él porque es un hombre maravilloso, no pudo ser en ese momento por las circunstancias pero al menos de una forma “curiosa” lo seguía manteniendo en su vida.
Todos tenemos una relación que marcó nuestras vidas, a veces terminó en fracaso estrepitoso y otras en éxito… lo importante es como las recordamos y lo que nos apartaron…. A me dice que al menos vivió una “Pasión turca” igual que Ana Belén en la película…. Yo me quedo con que a veces debemos dejar irse a personas a las que queremos para que encuentren aquello que realmente están buscando.

4 comentarios:

  1. Qué bonito y triste a la vez. Estas son las historias que me hacen creer que hay primeros amores que no se olvidan , unos nos pueden hacer felices al revivir momentos inolvidables y otros nos pueden hacer la cAbeza por el fracaso. Seguro que A nunca se ha sentido tan querida

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  2. La historia es bonita pero da una pena... Espero que A sea capaz de recordarlo con una sonrisa. Un besote!!!

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  3. Pues también me parece triste! Si tanto se querían hubieran luchado contra todo y todos por seguir juntos.
    Un beso

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