jueves, 19 de marzo de 2015

EL DÍA DEL PADRE

Te enteraste que ibas a ser padre por teléfono, te enteraste de que iba a ser por partida doble también por teléfono y tu primera ecografía la viste por Skype. Tuvimos que esperar tres largos meses para darnos nuestro primer abrazo de futuros padres. NO pude celebrar contigo nuestro primer pipitest, ni la primera vez que escuché el latido de los dos…. Ni siquiera estuviste el día que nuestros hijos fueron “fabricados”…. Estabas a miles de kilómetros y sin embargo en todo momento te sentí bien cerca.
Te estrenaste como padre en un embarazo sin síntomas, sin problemas…. Un embarazo sencillo… y doy gracias porque sé que a la menor queja que yo hubiera tenido me hubieras llevado en volandas al hospital para que vieran que me pasaba… me cuidaste y mimaste durante el embarazo y viviste todos y cada uno de los momentos con intensidad e ilusión.
Recuerdo cuando me echabas la crema para las estrías en la tripa mientras veíamos una peli tumbados en el sofá… y esos largos paseos que me hacías dar por las tardes porque el médico dijo que era bueno caminar….
Me acuerdo de los nervios del día de la cesárea…. De tu cara de circunstancias cuando me metieron en el quirófano y hubiera dado lo que fuera por ver tu cara la primera vez que viste a los niños…. Y el montón de fotos que les hiciste en la incubadora… aunque luego las vieras en el móvil y te costara diferenciarlos.
Recuerdo las idas y venidas al hospital mientras estuvieron ingresados. Yo agotada y tu como siempre firme como una roca sin demostrar ni cansancio ni nada…. Nuestra primera noche con Princesita cuando me preguntabas si tenías que poner una alarma cada tres horas para darle de comer y cuando no sabías muy bien como agarrarla. Nuestra primera noche con Repollete cuando le oíamos respirar y hacía un ruido rarísimo al cual terminamos acostumbrándonos y echamos de menos cuando los mandamos a su cuarto.
Recuerdo las noches de madrugada levantándonos yo dando teta a uno y tu biberón al otro y luego cambio de niño mientras moríamos del sueño…. También las discusiones nocturnas sobre cualquier tontería (más bien por cansancio) que desaparecían a la mañana siguiente.
Te levantaste más noches que yo… y a día de hoy sigues siendo tú el que acude raudo y veloz cuando uno de nuestros peques pide agua, eres tú el que los bajas al parque para que yo estudie o me depile o me toque las narices si hace falta.
Eres tú quien los entretiene en casa jugando a cualquier chorrada para que yo me eche una siesta, y eres quien los duchas cada noche y les pones el pijama mientras yo hago la cena.
Tú eres quien haces las mejores cosquillas del mundo, quien mejor se esconde y quien más hace reír a nuestros niños del mundo.
Ahora has estado ocho meses solo con ellos mientras yo trabajaba fuera… tu has llevado la casa, tu trabajo y los niños como has podido o como mejor has sabido… y soy consciente de que eso no lo hace cualquier padre.
Aprovecho el día del padre para decirte que sin duda eres el mejor padre del mundo.

lunes, 2 de marzo de 2015

PERDER EL TIEMPO

Tengo el blog abandonado…. Lo se…. Llevo unos meses desde el verano exactamente en que no tengo tiempo… y esto es algo real, no es una queja, en otros muchos momentos de mi vida he puesto la excusa de “no tengo tiempo” para hacer o para no hacer muchas cosas.
Recuerdo mis años de instituto o universidad en los que argumentaba no tener tiempo para hacer un trabajo o para estudiar o para quedar con una amiga, ahora valoro esos momentos y me doy cuenta de que la realidad es que perdía el tiempo con muchas cosas inútiles como ver la televisión…. ¿Cuántos minutos de mi vida perdidos delante de una pantalla sin hacer nada en realidad?.... ahora ya no me apalanco delante de la tele para ver tonterías por no pensar, de echo pasan los días y los días y ni la enciendo… y solo me entero de lo que pasa en el mundo por el periódico o por internet.
Pienso en esos momentos de mi vida en los que tras ser madre me he dedicado a cuidar la casa…. Un trabajo nada valorado y que te convierte en poco más que una esclava, si “solo” te dedicas a la casa, si solo te dedicas a la casa descubrirás que nunca está todo suficientemente recogido ni suficientemente limpio… te conviertes en una yonki con la necesidad de pasar la mopa a cada instante o de ver todo reluciente. Si trabajas fuera de casa descubrirás que esa necesidad pronto pierde sentido…. Primero dejas de ocuparte de tareas mundanas y aburridas como planchar, luego priorizas las cosas importantes como comer y tener ropa limpia y el resto de cosas las clasificas como “no prioritarias”, si trabajas fuera de casa y quieres economizar tu tiempo al máximo aprendes a convivir con alguna pelusa que corre alegre por el pasillo y con los juguetes de tus hijos por ahí tirados y descubres que no pasa nada, que no se acaba el mundo.
Llevo 8 meses trabajando fuera de casa y fuera de mi provincia, solo voy a Ciudad donde Vivo los fines de semana, podría parecer que en mi casa reina el caos y sin embargo todos sobreviven sin mi… la casa está decente y cuando llego los viernes miro a otro lado…. Vamos que voy a mi casa a disfrutar de mis hijos y de Papimelli no a ser la señora de la limpieza…. Del aspecto cocina no me libro… más que nada porque Papimelli no sabe y tengo que dejarle las cenas echas, el organiza la compra y la casa como puede y yo he aprendido algo que me ha ayudado a sobrevivir: deja todo como está, déjale el mando. Y si, le he dejado el mando, el lleva la casa y atiende a los niños y yo solo intervengo en lo necesario.
El primer mes fue algo más caótico yo llegaba el viernes y me tiraba hasta el domingo organizando todo… hasta que me di cuenta de que el fin de semana parecía la señora de la limpieza y que si ellos sobreviven cuatro días sin mi todo puede seguir igual otros tres…. Porque ponerme a fregar y barrer y limpiar el sábado por la mañana implica poco más que no estar con mis hijos que es lo que me apetece.
Decir que “no tengo tiempo” también me había servido para dejar hábitos como el de la lectura, sinceramente no recuerdo muy bien que libro fue el último que leí hasta que empecé a ponerme la dichosa escusa…. Ahora fuera de casa durante toda la semana aprovecho a retomar ese hábito: leer…. Ya no pondré más escusas.
Durante la semana intento leer los blogs que sigo habitualmente, en esos ratitos sin hacer nada en casa leo y contesto…. Y sin embargo ahora que estoy vaga para publicar me da la extraña sensación de que la blogosfera es un ser mutante y que poco queda de la blogosfera que yo conocí hace cuatro años…. No se si ha ido a mejor o a peor o que… solo se que las cosas han cambiado, los blogs se han duplicado y me da la sensación de que nos pedimos y exigimos unas a otras cosas que nosotras mismas no cumplimos.
No tengo tiempo…. O quizá pierdo el tiempo dándole vueltas a cosas que no tienen mucha solución…. Me doy cuenta de que el tiempo pasa rápido… ahora que no veo a mis peques durante la semana los miro el viernes y me parece que han crecido, madurado y que me he perdido miles de cosas sobre ellos. No disfruté su primer año por agotamiento…. Y ahora que me doy cuenta de que el tiempo no vuelve atrás quiero disfrutar cada segundo con ellos, ya no volverán a ser bebés…. Ahora son grandes y demuestran su carácter y prefiero disfrutar mi poco tiempo con ellos que estar pegada al ordenador escribiendo una entrada.
No obstante seguiré escribiendo cuando me de la gana…. Como hasta ahora y sorprendiéndome de que si asomo la nariz cada mil años sigaís ahí….