Princesita tiene una motricidad de esas sorprendentes, igual corre (la hemos llevado a varias carreras con Papimelli y siempre gana), que salta, que juega al futbol.... es muy de actividad física y ágil.
Esto hace que ella diga de si misma que es fuerte, valiente, que corre mucho y demás... y para autoafirmarse en su teoría suele decir aquello de: yo soy más fuerte que Repollete, yo salto más...
Repollete ha asumido que estas cosas son ciertas y el pobre muchas veces notas como no se atreve a hacer lo mismo y cuando su hermana le increpa sobre lo que él no puede hacer él baja la cabeza.
Viendo que esto se ha convertido en algo habitual hemos empezado a decirle a Repollete que cada persona tiene unas capacidades y habilidades diferentes y él finalmente ha terminado por replicar a su hermana y cada vez que ella hace alarde de lo que sabe hacer él replica: "si, pero yo se leer y tu no".
Princesita es tan hábil que ha empezado a creer que no le va a pasar nada y a veces es temeraria "yo nunca me caigo" es su frase favorita, y en verdad nunca se ha caído. Ni siquiera cuando empezó a andar tuvo caídas, simplemente un día ando y parecía que lo había hecho así toda la vida.
Hace unos días fuimos a un rocódromo y escaló con gran habilidad, el haberlo hecho así sin miedo alguno y que Repollete llorara al verse arriba hizo que ella no hiciera más que recordarle: tu lloraste cuando estabas arriba.
A sique últimamente tengo a mis hijos enzarzados en defender cada uno sus habilidades, aunque en el aspecto físico mi Repollete sale perdiendo luego es un crack leyendo o haciendo puzles y dibuja fenomenal.
El otro día Princesita como cada tarde se puso a jugar al futbol con los niños del parque, y terminó en el suelo (ella que nunca se cae) y se hizo una brecha, subió a casa llorando porque le salía sangre, pero creo que le dolió más su pequeño orgullo de niña de cuatro años viéndose en el suelo.
Repollete estaba muy asustado viendo así a Princesita, Papimelli se la llevó corriendo a urgencias y Repollete se quedo angustiado preguntándose si Princesita estaría llorando en el médico o no.
Papimelli me dijo que no derramó ni una lágrima, le cosieron su brecha y no abrió la boca, hasta la medico la felicitó por ser tan valiente.
Cuando llego tocó explicarle por que hay que tener cuidado cuando uno juega y que no se pueden hacer todas las cabriolas que ella hace... y parecía que con el susto estaba más receptiva.
Nada más lejos de la realidad porque al día siguiente ya estaba haciendo el pino y la vuelta pineta en el jardín.... ¿se puede saber hacer el pino con cuatro años? yo no he aprendido nunca la verdad.
Después de unos días intentando que no se diera un golpe y que estuviera tranquila va y se da un cabezazo con Repollete resultado del cual la brecha se volvió a abrir... la enfermera dice que le quedará cicatriz porque poco se pudo hacer cuando se le abrió... a sique mi pequeña Princesita ya tiene su primera herida de guerra. Una herida de guerra que cuando tenga edad le recordará que ella siempre fue una niña de acción, intrépida, valiente... pero que hasta las niñas más intrépidas de vez en cuando también se caen.