En una de mis últimas entradas un comentario anónimo me hizo un comentario que me hizo reflexionar sobretodo por la imagen que yo puedo dar escribiendo aquí sobre como soy o sobre lo que pienso. El comentario (no es la primera vez que me dicen algo parecido) viene a decir que me siento tan orgullosa de como es Princesita que parece que infravaloro o menosprecio como son el resto de las niñas. Si doy esa imagen creo que hago algo realmente mal... pero es lógico pensar que a veces nos centramos en una parte de la historia y sin ver todo el conjunto es difícil saber como es la historia completa....
Como decía ese comentario anónimo me hizo reflexionar.... primero decir que como ya dije un día Princesita tiene una autoestima enorme, eso no es negativo en absoluto, sólo lo es cuando tu te llegues a creer que eres mejor que los demás o menosprecies a los demás porque tú te crees mejor, obviamente cuando hablamos de una niña de cinco años eso no sucede...
Sin embargo para cualquier mujer creer que es válida, guapa, inteligente y que es maravillosa como es creo que es una gran virtud, en el sentido de que la mayoría de las mujeres caemos en aquello de creer que nunca somos lo suficientemente buenas. Tener una buena autoestima es tan importante como tener los pies puestos en la tierra y la cabeza bien amueblada.
Solo tiene cinco años, pero me gustaría que en un futuro no deje que las ideas o críticas de los demás la afecten ni sobre su cuerpo, ni sobre su forma de ser, ni sobre lo que hace o piensa. Que sea libre para pensar, decidir y llevar su vida por donde le de la gana.... yo como madre la oriento y ya estaré yo para recoger sus pedazos el día que se equivoque.
No pretendo que mi hija sea perfecta, no pretendo que haga lo que yo le digo ni que piense como yo pienso, solo pretendo que sea feliz. No soy una madre controladora, más bien soy de las que les deja que hagan lo que deben hacer los niños: jugar, reír, saltar en los charcos, embadurnarse de arena.... ser felices al fin y al cabo.
Princesita es Princesita y es de todo menos princesa, lo he dicho muchas veces... el hecho de que ella sea así no es ni bueno ni malo ni todo lo contrario, es su personalidad y punto. A mi como madre que tenía asumido y muy interiorizado (pido perdón) el estereotipo niña me hubiera gustado tener lo que yo creía que era una niña, me encantaría vivir en un universo rosa, jugar con muñecas y que mi hija se quisiera pintar las uñas y ponerse mis tacones. Porque quizá yo fui una niña así.... y tengo todo lo contario.
Ella vino al mundo y me dio una bofetada de realidad porque es todo lo contario a lo que yo hubiera imaginado que sería tener una hija... pero nunca he dicho que ella sea mejor que nadie.
A lo largo del día tengo que decirle mil veces que las otras niñas no son unas aburridas por no jugar al futbol, tengo que explicarles que jugar con muñecas no es un asco que es muy divertido y que debería probar antes de decidir si le gusta o no, tengo que decirle que no hay colores de niños y colores de niñas y que tampoco hay juegos de niños ni juegos de niñas.
Tengo que "empujarla" para que a veces haga el esfuerzo de jugar con niñas... igual que Repollete en su momento hizo su propio "esfuerzo" probando que era el futbol. Ella hace el intento de jugar un rato... incluso le han enseñado una canción de Frozen, y como a ella le encanta bailar le sugerí que jugara con las niñas a bailar ya que algunas de ellas van a sevillanas, baile moderno o balet.
Que mi hija vaya contracorriente no es en absoluto motivo de orgullo, porque tal y como comentaba con ese Anónimo en el futuro traerá sus propias consecuencias... me refiero a que ahora se forjan esas amistades que entre niñas suelen ser más fuertes, las niñas cierran filas y tienen sus mejores amigas y ella se quedará fuera porque mientras las demás cantan a Frozen ella está jugando al futbol o a peleas.
La profesora del cole dice que las niñas de la clase son todas muy "niñas" y claro Princesita no encuentra a una que se asemeje a ella, más movida o más lo que sea.... pero que no haya ese tipo de niña en el colegio no implica que no vaya a encontrar amigas como ella.
Que le guste el futbol o las cosas "de chicos" tampoco es un motivo de orgullo, porque allí aprende cosas que no me gustan como ser más agresiva, o una forma de hablar que no me cuadra con una niña pequeña. A ella los chicos la aceptan, pero llegará el momento que no lo hagan o que los chicas la tachen de marimacho por ir con chicos. Ella hace un verdadero esfuerzo para comportarse como ellos y lo veo innecesario.
Yo siempre he dicho que a mi me gustan las niñas muy niñas.... mi hija no es así y tengo que aceptarlo y alabar lo que si tiene.... y por eso quizá doy esa imagen de "mi hija es perfecta" no, no lo es.... tampoco quiero que lo sea.
Obviamente en el blog hablo de ella y de sus virtudes... no será plan que me ponga aquí a hablar de sus defectos.... porque los tendrá como todo el mundo... pero a mi como madre me toca intentar positivar esos defectos... si, es muy competitiva, terca, y va por libre... lo lleva en los genes.
Es una niña inteligente... mucho, y vale con que le hagas "pensar" un poquito para que ella pruebe, a veces me dice "con las niñas me aburro jugando a lo que ellas quieren" a lo que simplemente le digo "¿por qué no les propones tú jugar a algo que te guste?" y allá la tienes explicando lo que sea a su público.
Su forma de ser es la que es.... y está muy lejos de parecerse a mi en absolutamente nada... por eso tengo que armarme de paciencia y asumir que ella necesita que le des una razón coherente para todo, que es inconformista y que no es importante si le gusta vestirse de princesa o pirata, ni si le gusta el rosa o el verde, ni si prefiere un coche que una muñeca, simplemente son detalles de su personalidad.
Si que me importa que como decía antes esa autoestima que tiene y ese gran ego no le hagan creerse ni más ni menos que nadie, si me importa que le guste probar cosas nuevas y conocer gente nueva independientemente de si cree que no les entiende o si...
De vez en cuando saca ese pequeño porcentaje de niña-niña que tiene y se mira y remira al espejo, o se queda embobada mirando como me maquillo o me pregunta si está guapa aunque sea de chándal, y con eso me conformo... o ve a su hermano jugando con una muñeca y ella hace el "esfuerzo" por jugar aunque sea tan racional que sea incapaz de imaginar nada de nada.
Si ella fuera como las demás no tendría que plantearme muchas cosas, ni explicarle otras muchas que no vienen a cuento, ni la vería a su aire en los cumpleaños mientras el resto de las niñas están tranquilas jugando juntas porque a ella el nervio que tiene simplemente le impide estar sentada, estar quieta y estar callada todo a la vez.
He descartado el universo rosa, he descartado comprarle la Barbie con el fiat 500 que me encanta (a mi), descarto ponerle vestidos bonitos y tengo que buscar vestidos cómodos, descarto llevar a mi hija a baile y la llevo a futbol...
La vida sería más "fácil" si a Princesita le gustara el rosa, fuera fan de Frozen, le encantaran las muñecas y los vestidos y se volviera loca si le pinto las uñas de los pies, y si a Repollete le gustara el futbol. Como no son como el resto del mundo pretende me enfrento a la típica frase que me fastidia un montón: "TIENES A LOS HIJOS CAMBIADOS"
He tenido que oír eso varias veces y ni contesto... ¿para que? cada persona es un mundo y al final lo importante es ser feliz y hacer lo que te gusta, sin importarte lo que los demás piensan. Sin embargo me temo que Princesita va tan contracorriente que le tocará lidiar tremendas batallas cuando al final todo es mucho más sencillo.
Ir contracorriente es duro, y lo digo yo que nade contra corriente y de vez en cuando sigo haciéndolo, por eso la animo a acercarse a las niñas a jugar, intento jugar con ella a las muñecas aunque ella termine siendo la mamá que está arreglando algo, e intento que no tache a las niñas de aburridas, ni que diga que algo es una caca sin haberlo probado (como ir a baile moderno). Una cosa es que ella siga sus propias ideas y otra bien diferente que desprecie o no valore a los demás.
Lo último es que dice que ella es un niño porque le gustan las cosas de niños y es entonces cuando me toca quitarle de la cabeza una serie de cosas que le han metido los niños de la clase... "no, Princesita, tu eres una niña aunque te guste el futbol, hay muchas mujeres a las que les gusta el futbol, lo que pasa es que hasta ahora no nos hemos cruzado con ninguna".